La leche es un alimento por excelencia para el ser viviente y además se puede usar externamente para el bienestar de la piel. El empleo de la leche esta muy difundido por los centros de spa. Pero en casa, usted también puede hacer lo propio. Aprendamos a usar la leche para lograr el bienestar de su piel y uno que otro halago.
La leche como cosmético en la historia
El empleo de la leche para el bienestar de la piel no es ninguna novedad. Si exploramos en la historia podemos descubrir que la misma reina egipcia Cleopatra solía darse unos baños con leche para tener su piel exfoliada y rejuvenecida para contrarrestar los asedios del clima desértico en el que vivía.
En nuestro caso nos resultaría descabelladamente inimaginable usar grandes cantidades de leche para llenar una tina y sumergirnos con tal de obtener un bienestar para la piel. Además, así la economía nos permitiera darnos esos lujos no sería bueno desperdiciar la leche ya que con un poco nos basta y sobra.
Ejemplo del empleo de la leche para la piel
La mejor manera de usar la leche para el bienestar de la piel es hacerlo de manera focalizada. Con esto nos referimos a prestarle más atención a su cara, piernas, manos, brazos y atender ciertos problemas en la piel. Por lo general la leche es mezclada con otros ingredientes para atender ciertas necesidades de la piel. Algunos de estos son la levadura de cerveza para el acné, sal para el acné de la espalda, hojas de col hervida en leche para aliviar las ampollas de los pies, con agua de baño para hidratar mejor la piel (solo dos vasos de leche), avena para exfoliar la piel, etc. También se puede usar sola después de lavar bien la piel para alimentar a la piel directamente.
El empleo de la leche para el bienestar de la piel debe ser combinar su empleo externo sin omitir el consumo. Algunas ideas para emplear la leche las encontrará en “Más leche más salud”.
Foto: buenasalud.net
