Hay veces que tenemos que efectuar una limpieza profunda en nuestro rostro. Sin embargo, dependiendo de la manera de cómo lo realicemos, podremos obtener mayor eficacia sin causarnos más problemas del que tenemos. En el mercado existen diferentes tipos de productos y no todos están elaborados para su tipo de piel. A continuación dos consejos importantes: una correcta limpieza del rostro y saber qué tipo de piel es la suya.
El efecto de una correcta limpieza
De siempre hemos aprendido que un lavado de cara consiste solamente en usar agua y jabón. Esto es efectivo para muchos. Pero añadiendo temperatura y ciertos tipos de jabón adecuados el buen resultado se puede distinguir no solamente de lejos sino de muy cerca.
La piel del rostro debe lavarse con sumo cuidado ya que es nuestra carta de presentación ante cualquier persona. Comience por una buena limpieza de las manos. Luego humedezca su rostro con agua ligeramente tibia para poder abrir los poros. Con un jabón neutro o uno adecuado para su tipo de piel, frote sus manos haciendo regular espuma. Aplique esta espuma gentilmente sobre su rostro y luego realice unos masajes ligeros de forma circular. Finalmente enjuagase el rostro con agua menos caliente que al inicio, cuidando remover cualquier sobrante de jabón. Séquelo suavemente con una toalla limpia. Y para darle un toque final es recomendable aplicar sobre el rostro seco una crema humectante libre de aceites.
Tipos de piel
Esto depende del grado de pH (potencial de hidrógeno) que tenga su piel. Sin entrar en detalles puede ser suficiente saber lo siguiente para darse cuenta que tipo de piel tiene usted.
- Piel Normal: Aspecto aterciopelado (como la de los niños), libre de arrugas, granos, puntos negros y escamillas.
- Piel Grasa: Aspecto oleoso (presencia de aceite en la superficie), tiene poros dilatados y proliferan las espinillas con frecuencia.
- Piel Seca: Sensación áspera al tacto, presencia de finísimas arrugas.
De acuerdo a esta clasificación de su piel usted debe adquirir los diversos productos existentes en el mercado (jabones, cremas limpiadoras, cremas hidratantes, etc.).
Sabiendo que tipo de piel tenemos será una gran ventaja al momento de comprar algún producto para el cuidado del rostro y en general de todo el cuerpo. Y de igual manera usted debe exigir el producto adecuado a su tipo de piel cada vez que acuda a un centro de Spa.
