Las aguas termales siempre estuvieron vinculadas a la curación y al alivio de las diferentes afecciones provenientes del reumatismo. Sin embargo es posible hallar otras propiedades benéficas ya que actúan en todo el organismo como un gran sistema terapéutico. Los baños termales son reconocidos por la Organización Mundial de la Salud u OMS como un tratamiento válido para todo tipo de enfermedades crónicas.
Qué beneficios aporta
Los baños termales estimulan las defensas del organismo creando una excelente barrera para evitar las enfermedades. Ayudan también a depurar la sangre eliminando a su vez las toxinas provenientes de la transpiración y la retención de líquidos. Al ser agua caliente, ayudan a equilibrar el sistema de termo regulación dilatando el sistema vascular de la piel aumentando el flujo sanguíneo por lo que el cuerpo tiene mayor resistencia al frío.
Los baños de aguas termales también ayudan a relajar los músculos actuando sobre los procesos crónicos fibrosos gracias a su poder analgésico y calmante. Ayudan también a reactivar el metabolismo por lo que ayudan a adelgazar. Los baños en piscinas de aguas termales son sedantes del sistema nervioso y están totalmente indicados en caso de sufrir estrés o ansiedad, además este tipo de agua es reconstituyente y tónico en general.
