Eslovaquia cuenta en la actualidad con más de mil fuentes termales, repartidas en más de 20 Spa y balnearios medicinales.
Si pensamos viajar de vacaciones o en escapada a Eslovaquia, podemos beneficiarnos de la riqueza de las aguas termales que nos ofrecen estas tierras, reconocidas desde hace mucho tiempo por turistas y viajeros de toda Europa que acostumbran visitar anualmente estos balnearios, atraidos por las propiedades de estas aguas curativas de este bello país centroeuropeo.
Hemos seleccionado dos centros, de entre los más interesantes, que pueden resultaros de interés si viajais a estas tierras.
Spa Trencianske Teplice. Este es uno de los más antiguos y exquisitos spa de Eslovaquia. Esta ubicado en un hermoso edificio, con una decoración de estilo Hammam turco, en el que se respira un ambiente relajado y romántico. Sus aguas, a una temperatura que oscila entre 35 y 40 grados centígrados, están indicadas fundamentalmente para el tratamiento de enfermedades neurológicas y para el tratamiento del dolor. Son aguas minerales, sulfatadas y termales. En cuanto al precio, éste varía en función del tipo de alojamiento y de la época del año en que lo visitemos, aunque ronda entre los 36 y los 57 euros.
Balneario de Sklené Teplice. Este balneario es realmente encantador y parece sacado de una película de fantasía. Es famoso por su caverna termal, a la que llaman Parenica, única en Europa donde las aguas termales salen directamente de esta cavidad. Sus aguas son ideales para el tratamiento de problemas del sistema nervioso y de movilidad. Contienen calcio, magnesio y sulfato. El precio del alojamiento, con tratamiento incluido, nos costará unos 48 euros.
